“Si la historia de la humanidad fuera el historial clínico de un solo Ser Humano, el diagnóstico tendría que ser: delirios paranoicos crónicos, propensión patológica a cometer asesinatos y actos de extrema violencia y crueldad contra los que percibe como ‘enemigos’, que son su propia inconsciencia proyectada hacia fuera. Locura criminal con breves intervalos de lucidez”.
Eckhart Tolle – Nueva Tierra
Me pareció un ejemplo extremo y grotesco de “paranoia”, y percepción de enemigos, por la inconsciencia proyectada hacia fuera, la extensa nota de la que leí los primeros párrafos, hace unos días en Facebook, en la que un teósofo explicaba un serie de técnicas para protegerte de habitantes de otras dimensiones, durante la meditación.
Comenté que me llamaba la atención el hecho de tener que protegerte de enemigos durante la meditación, siendo esta una herramienta mediante la que salir de la mente (donde se encuentran las divisiones y por tanto los enemigos) y experimentar la Unidad y la Paz Interior…
El autor se limitó a aconsejarme que continúe meditando y estudiando, para quizá algún día comprender la forma en la que se manifiesta la vida.
Mi primer encuentro con la Teosofía fue a través de los enigmáticos ojos de Helena Petrovna Blavatsky, que me miraban desde la portada de “Escritos Ocultistas”. Al verme interesado, el responsable del puesto me obsequió amablemente una erudita explicación, de la que no entendí absolutamente nada, aunque asentí varias veces para no parecer un ignorante.
No llegué a terminar la lectura de “Escritos Ocultistas” (excesiva parafernalia mental) aunque sí rescaté y compartí alguna perla: «Piensa constantemente en Mí y con seguridad llegarás a Mí»
Un tiempo más tarde, me atreví con “Isis Sin Velo”, de la que leí el primer Tomo (no encuentro razón para continuar) A lo largo de esta extensa obra, Blavatsky, haciendo gala de una impresionante erudición e inteligencia, rebate los argumentos y las falacias vertidas por sus enemigos (los científicos materialistas de la época)
Leí en alguna parte, que Helena transitó su última etapa bastante amargada, tras una vida de encendidos debates intelectuales, en su abnegada defensa de la Verdad. Ignoro si fue así, pero lo cierto es que no es para menos…
Helena Petrovna, cuyo lema fue “Nada hay más elevado que la Verdad”, quizá no logró comprender que LA VERDAD no necesita que nadie la defienda.
Nada tiene de malo exponer una opinión o un hecho, pero ¿qué sentido tiene defenderla, tratar de imponerla, de convencer, intentar demostrar que el otro está equivocado?
Ninguno para una conciencia no identificada con dicha opinión. Pero cuando la Conciencia se identifica con una opinión o creencia, invistiéndola de “yoidad”, la defiende a muerte (se defiende a muerte) porque su supervivencia depende de ello. Estar equivocado significa morir, y el ego en peligro de muerte, mata (supervivencia del más fuerte)
Es así como se han generado y alimentado todas las guerras y conflictos, muchas de ellas en nombre y defensa de Dios. Pero…
LA #VERDAD o lo que se conoce como #DIOS ¿necesita que un grupo de habitantes de un minúsculo planeta de uno de los infinitos universos, la defienda? » GRACIAS Por CompaRTir